Acaba de comenzar el mes del dolce far niente por excelencia, al menos unos días y al menos en España.
Lo que más escucho es: necesito descanso, tomarme las cosas con tranquilidad y estar con los míos. También se oye hablar de viajes, de destinos idílicos, unos a la vuelta de la esquina y otros a miles de kilómetros pero lo que siempre se repite es tiempo y calma.
Si no vas a tener un mes de agosto en el que puedas estar "agusto" vas contracorriente, tienes mala suerte o te lo has planteado mal. Tal vez te interese cambiar la perspectiva, ampliar miras y plantearte que estar "agusto" no es cosa de un mes, debería ser un planteamiento anual (mejor dicho, vital)
Te propongo que hagas balance de lo que el cuerpo te pide (descanso, estar con los tuyos, caminar,estar sol@, leer, dormir, bailar, reír...) y ver cómo puedes ingeniártelas para continuar teniendo suficiente de todo eso a lo largo del año, cada año.
Te propongo plantear un agosto "agusto", donde reflexiones, resetees y te pongas a punto y motivad@ para el nuevo "curso".
¿Qué tal si identificas lo que te sienta bien y tratas de conseguir un espacio para poder continuar haciéndolo los meses sucesivos?
En paralelo puedes hacer una lista de las circunstancias, personas o actitudes que te lastran, te desgastan y te roban tiempo y energía. Habrá alguna inamovible, al menos a corto plazo, pero otras muchas se pueden obviar o delegar.
Más que lo que haces, es cómo lo haces. Tal vez no puedas cortar por lo sano, o sí, pero siempre puedes verlo desde otra perspectiva o con otra actitud.
Reflexionar es valorar tu "todo" (trabajo, pareja, entorno, familia, amistades, motivaciones, etc.) y aceptar. ¡Ojo!, que aceptar no implica resignarte: una vez que sabes de dónde partes puedes ir dando pasos para introducir mejoras en lo que más te moleste, o en lo que te resulte más sencillo cambiar (lo importante es empezar).
Lo sé, no siempre es fácil y no todos disponemos de la energía y las herramientas necesarias. Nos asalta el miedo, el "qué pasará", el "yo no puedo", "yo no sé", "yo no valgo" o, más dañino aún, el "no me lo merezco" o "no voy a encontrar nada mejor".
Para lidiar con problemillas cotidianos o con grandes dramones, lo mejor es cambiar de perspectiva y observar desde otro punto de vista.
Grábate que siempre estás a tiempo de volver a florecer.
* Si te resuena algo de lo que has leído, si te gustaría mejorar algún aspecto, incrementar tu autoestima, aprender a gestionar tus emociones, manejar tu tiempo de manera más optima, marcar límites o deshacerte de personas y situaciones tóxicas, te puedo ayudar.
En mis sesiones te acompaño a dar ese paso para ampliar visión, te facilito herramientas para conocerte más a fondo, actualizar tus necesidades y expectativas, y aprender a lidiar con lo que menos te gusta.
Contacta conmigo sin compromiso y buscamos un momento para charlar, así nos conocemos y resuelvo las dudas que puedas tener.
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PD/ Sí, prometo contestar aunque sea agosto y esté "agusto" (y luego empezamos cuando tú quieras).